Los políticos nos creemos dueños de la razón y queremos imponer nuestro criterio, que es tan fugaz como la vida misma, pues nuestros días están contados y nuestro destino está hatado a las horas de existencia que Dios nos tiene calculadas, pues así le dijo Cristo a Pilato en la hora de su juicio: «―No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba».

Es preciso que como nación, para poder seguir, hagamos un alto en el camino y unidos pidamos a Dios:

Paz, que cesen los hechos de violencia.

Que un roce entre dos vehículos no termine con la vida de una persona.

Que nuestra juventud se aleje del camino fácil, que termina siendo desgraciado.

Que el aborto legal o ilegal no siga siendo una opción, ante la injusticia cometida contra una mujer.

Que el machismo y el feminismo, desaparezca por la convivencia.

Que la Familia sea el centro para la creación de políticas públicas, en su favor.

Que los políticos pensemos más en los demás y menos en nosotros mismos.

No aspiro al mundo perfecto, porque sé que no lo hay, pero apuesto a que podemos ser mejores de lo que somos hoy, si tenemos Fe y determinación en que así puede ser.

Porque donde hay Fe, hay Paz, donde hay Paz, hay Amor, donde hay Amor esta Dios y donde esta Dios no hace falta nada.

Que viva La República Dominicana 🇩🇴🙏