Ya entró la brisita de la época que le llamamos Navidad en República Dominicana, hacemos planes de las festividades desde octubre hasta diciembre, muchos arman la fiesta sin el motivo central de esta época de alegría, compartir, de amor y paz, que es nuestro Señor Jesús que debe nacer en nuestros hogares y nuestros corazones, para disfrutar de la alegría de su nacimiento, pero los valores, costumbres y tradiciones de esta época del año se nota.

La palabra Aguinaldo proviene del celta eguinand, nombre con el que se designaba al regalo de año nuevo. Cuenta la historia que su origen se remonta al reinado de Rómulo fundador y primer monarca de Roma, quien recibía de sus colaboradores, ramas cortadas de un árbol frutal del bosque de Strenia, diosa de la salud y de la suerte, como señal de buen augurio para el inicio del nuevo año. Esta práctica pronto se convirtió en costumbre y cada primer día del año se repartía el denominado strena, símbolo de los buenos deseos para el año nuevo.

La fuerza de la costumbre obligaba a algunos a dar lo que no tenían. Contra la obligación de regalar escribieron los Padres de la Iglesia para evitar que muchos cristianos se olvidaran de lo que eran. Pero la Iglesia tomó del paganismo entre otras prácticas puramente exteriores y materiales, la de los aguinaldos o regalos con motivo no de la fiesta del 1º de año sino de los bautismos. «Aguinaldos bautismales» eran, según ciertos pasajes de escritores sagrados del siglo VI y especialmente de San Gregorio Nacianceno, los regalos donarían, que parece se cambiaban entre el neófito y el ministro de la Iglesia o los padrinos y madrinas. Consistían en medallas o lámparas con emblemas o inscripciones que declaran su destino.

En República Dominicana tiene muy arraigado en su cultura las fiestas navideñas, llenamos de bombillos las casas, con adornos alusivo a nuestras tradiciones, pero una de las más divertidas es el aguinaldo, que poco a poco se ha ido perdiendo, pero que en esta navidad 2019 podemos recuperarlo en nuestras parroquias, llevando esa alegría a los sectores.
Los “aguinaldos dominicanos” es una tradición que se puede realizar en el mes de diciembre en cualquier momento antes del 24 de diciembre que consiste en juntarse con los amigos e ir cantando villancicos navideños, se va casa en casa haciendo una especie de sorpresa o “Asalto” en horas de las madrugadas, en la mañana temprana y algunos en la noche. Interpretando a ritmo de tambora, güira y acordeón; las personas que cantaban para estas fechas eran recibidas con júbilo por los vecinos en los sectores que les brindaban té de jengibre, chocolate caliente, café, galletas navideñas, pan, algo que cada vez es menos frecuente en nuestro país.


Hace menos de una década era común ver la unión de los vecinos de los barrios dominicanos de las familias que aportaban para decorar sus entornos, cooperando para que la navidad se expanda, alegrando a los niños que vivían con algarabía el entorno festivo de la comunidad, hoy algunos lo mantienen otros no lo hacen. Yo recuerdo que hasta en el politécnico que estudié, armábamos el grupo para ir curso por curso a interrumpir unos minutos de la clase para llevar villancicos navideños, dulces de navidad, té de jengibre o chocolate de agua caliente, era un momento de mucha alegría, un valor muy característico del dominicano. Te invito que armes tu grupo en el barrio, en la parroquia, en el trabajo, en el centro de estudio, universidad, donde sea, podemos llevar la alegría de la Navidad.