Muchos nos hemos llevado la sorpresa de que nuestros cálculos mensuales de gastos han sufrido unas que otras variaciones, las tarjetas de crédito no soportan un verifone más y los pagos cotidianos de préstamos, alquileres y demás, se han convertido en un trágico momento donde mes tras mes el cubo de rubik deja de tener seis colores. Esta odisea económica generada por la pandemia del coronavirus que aún nos mantiene en un estado de confinamiento, ha sido el eje principal de esta variación en cada uno de los precios de productos y servicios de primera necesidad.

El 19 de marzo del 2020 en la Republica Dominicana se decretó un estado de emergencia para poder implementar un grupo de medidas tendentes a limitar el contagio del virus y garantizar una baja ocupación hospitalaria para evitar un colapso del sistema sanitario nacional debido a lo fácil que el virus se propagaba y a las escasas opciones que a la fecha existían para combatir los efectos del mismo. Dichas medidas adoptadas en el país fueron seguidas por decenas de naciones en el hemisferio occidental, debido a que eran las establecidas por la organización mundial de la salud conforme a estudios científicos que tenían como objetivo principal mantener controlado el virus.

En síntesis, los meses de confinamiento fueron un calvario, todo tipo de actividad comercial fue paralizada a excepción de supermercados y farmacias que debido a la importancia que reviste dicha actividad comercial tenían que permanecer abiertos al público, pero cumpliendo con los protocolos de distanciamiento. En medio del confinamiento asumió la gerencia del ejecutivo Luis Rodolfo Abinader Corona quién opto por darle continuidad a las medidas de confinamiento conforme seguía sugiriendo la (OMS), mientras decenas de científicos del mundo se empeñaban en generar una vacuna en tiempo record para así volver a la normalidad y enfrentar las secuelas del virus.   

 Precisamente nos encontramos viviendo los reflejos de las secuelas que dejará el virus conforme se vaya vacunando a la población mundial, el aumento de productos de primera necesidad, combustibles, artículos electrónicos y otros, serán los problemas con los que tendremos que lidiar. Esto no se debe a un gobierno en específico, debemos recordar que por meses el comercio y la producción mundial estuvo paralizado, pero con la creación de la vacuna muchos países se están abocando a la apertura generando esto una alta demanda en momentos de baja producción. Las cosas necesitaran de meses o años para mejorar, hay escases de materia prima de todo tipo y los fletes marítimos han aumentado hasta un 200%, tomando como referencia que a mediados del año 2020 un flete desde china costaba 2500 y 3000 dólares y hoy está costando hasta 8000 mil dólares.

Este escenario global solo me recuerda a la parábola de José: “Tiempos de vacas flacas”.