Qué difícil es trabajar en un lugar al que no quisieras siquiera llegar, porque en el mismo existe un ambiente tan tóxico que no importa que tengas el mejor salario, o que ames lo que haces, porque el simple hecho de estar allí te consume las energías a un nivel tan extremo que, cuando sales de allí no tienes deseos de hacer más nada que dormir.


Los empleados pasamos más tiempo en nuestras oficinas que en nuestras casas, el trabajo es nuestro segundo hogar, y es sumamente importante que los empleados hagan click con la cultura organizacional de la empresa a la que pertenecen, y que se sientan bien con el ambiente en el que están, ya que empleados que se sienten a gusto, valorados, respetados no sólo por el cargo que ocupan, sino por el simple hecho de ser una persona y tener dignidad, son empleados leales, que no importa lo que pase se mantienen fieles a esas empresa, ya que más que un salario, beneficios o un buen puesto, los valores de la organización van de la mano con los valores del empleado, y de este modo se crea una fidelización que se traduce en un mejor desempeño de cada colaborador, ya que no ven la empresa como algo aparte, sino que están tan identificados que toman los objetivos en común como parte de sus propios objetivos.


Cuando los empleadores entiendan que los empleados son el mayor activo de la empresa, y que empleados felices se traduce en clientes satisfechos, priorizarán el bienestar de sus colaboradores, muchas veces no se renuncia a un puesto por poca oportunidad de crecimiento, o por un mal salario, la paz mental es más valiosa que cualquier bien material.


En ese mismo orden, los empleados también tenemos que aprender que la empresa somos nosotros, y que el ambiente positivo también depende de que seamos respetuosos unos con otros, que apoyemos al compañero, no velar por nuestros beneficios individuales, queriendo lograr sin importar a quién hago caer, al contrario, siempre tener claro que todos somos valiosos, cuando alguien sabe más que nosotros es una bendición en nuestro camino, ya que nos ayuda a aprender y a superarnos, no podemos ver a los demás como un enemigo, al contrario, todos tenemos una luz única y agregamos un valor especial. Qué lindo es cuando se cumple el plazo en un empleo y salimos de allí con grandes amigos, y esto pasa cuando dejamos huellas positivas en los demás, no dejemos todo al empleador, también nosotros debemos ser parte de la construcción de ese ambiente positivo que queremos tener en nuestro segundo hogar.