“La verdadera inclusión se consigue cambiando la actitud del incluido hacia el excluido y no solo tratando de mejorar las condiciones de éste”. Eskerrik Asko.


La inclusión educativa es un proceso, una búsqueda continua de formas para responder a la diversidad, no es un estado final, sino un camino que recorre cada institución de servicio educativo, lo que supone que no puede hablarse totalmente de instituciones inclusivas ni totalmente excluyentes.


En nuestro país, la educación inclusiva ha generado la atención de las autoridades a nivel educativo, en el año 2004 inicia desde la Dirección de Educación Especial del Ministerio de Educación (MINERD), el “Programa de Fortalecimiento de la Atención a la Diversidad y Ampliación de los Servicios de Educación Especial” (PADEE), formulado a cuatro años con la participación de distintas entidades internacionales, entre ellas el Ministerio de Educación y Ciencia de España (MEC) y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).


Una institución educativa inclusiva debe garantizar a todos los alumnos el acceso a una cultura común que les proporcione una capacitación y formación básica. Cualquier grupo de alumnos, incluso de la misma edad y por supuesto de la misma etapa, mantiene claras diferencias con respecto a su origen social, cultural, económico, racial, lingüístico, de sexo, de religión. Pueden ser distintos en sus condiciones físicas, psicológicas, que tienen una traducción directa en el aula en lo que se refiere a ritmos de aprendizaje, a capacidades, a formas de relación, intereses, expectativas y escalas de valores.


El Dr. Jesús Andújar, Catedrático de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) expresa, la educación inclusiva es un proceso que pretende unificar las educaciones ordinaria y especial con el objetivo de ofrecer un conjunto de servicios a todos los niños/as, en base a sus necesidades, ritmos y estilos para aprender.


El Dr. Andújar, Doctorado en Psicología Educativa, sostiene la tesis que hablar de atención a la diversidad, es hablar de la participación de cualquier persona (con independencia de sus características sociales, culturales, biológicas, intelectuales, afectivas, etc.) en la escuela de su comunidad, es hablar de la necesidad de derribar las barreras actitudinales de los actores del sistema educativo, en fin es garantizar el acceso, participación, permanencia y logros de los aprendizajes en los estudiantes, es hablar de una educación de calidad para todos.


La Ley que rige al Sistema Educativo Dominicano, la Ley 66-97, muestra a la educación como un medio de desarrollo individual y factor primordial del desarrollo social, es un servicio de interés Público Nacional, por lo que es una responsabilidad de todos los sectores del país. La Constitución Dominicana asigna al Estado, el deber y la responsabilidad de garantizar una educación integral, de calidad y en igualdad de condiciones y oportunidades, pudiendo ser ofrecida por entidades públicas, privadas y no gubernamentales, con sujeción a los principios y normas establecidos.


La educación inclusiva implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las instituciones educativas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que tengan éxito en sus aprendizajes y participen en igualdad de condiciones. En las instituciones de educación inclusivas todos los alumnos y alumnas se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades específicas de apoyo educativo.


La importancia de una educación inclusiva ofrecida por el Estado como garantías de desarrollo humano es importante puesto que evitaría una serie de factores desencadenantes y que afectan directa o indirectamente a la ciudadanía, en una educación no inclusiva los alumnos/as tienen mayor probabilidad de repitencias de grado, fracaso, y deserción escolar si no son trabajados de forma sistematizada, personalizada y atendiendo a sus diferencias individuales, representando esto una carga para la sociedad en la vertiente económica, humana y convirtiéndose en una problemática de seguridad pública; púes estos niños/as que abandonan la escuela tienden acrecentar el círculo de la pobreza, marginación y delincuencia.


El Gobierno dice dar pasos hacia una educación de calidad, es responsabilidad de todos ser entes vigilantes para hacer de esto una realidad, demandar que los recursos sean utilizados en forma crítica de acuerdo a las necesidades, centros educativos dotados con equipos y laboratorios que permitan una enseñanza eficaz, docentes bien formados actualizados con los nuevos modos de interacción tecnológica, un enfoque curricular que se evidencie en el egresado, no solo se quede en teorías, convertirnos en agentes de cambio y veedores del accionar de los miembros de la comunidad educativa, unificar criterios con las Asociaciones de Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAES) en la búsqueda de mejorar las instituciones educativas de nuestras comunidades, garantizar a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes su derecho a la educación, pero una educación que les sirva para la vida, que brinde habilidades sociales para vivir en la sociedad, una educación que cumpla con su misión que es: Enseñar a Ser, Vivir y Convivir en Paz.

En un próximo artículo hablaremos acerca del desarrollo, características, prácticas y objetivos de las Instituciones Educativas Inclusivas.