El crecimiento desorganizado con el que se ha cimentado gran parte de nuestro municipio nos obliga a poner principal atención en dos importantes indicadores: La Planificación Urbana y la Movilidad.

La planificación urbana de las ciudades siempre se ha considerado un impulsor del desarrollo y la reducción de la pobreza. Hoy en día, constituye un ejercicio colectivo que debe involucrar a todos los actores, tales como los ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, sector público y privado, organismos multilaterales y del ámbito académico. A su vez, la planificación urbana está estrechamente relacionada con la sostenibilidad.

Para mejorar la habitabilidad de Santo Domingo Este, es necesario tener en cuenta los planes maestros locales, el diseño de las zonas verdes y los espacios de uso público, así como apostar por un crecimiento inteligente. Los nuevos métodos de urbanismo deben centrarse en crear una ciudad compacta, con buenas conexiones y servicios públicos accesibles. Creando sostenibilidad territorial desde cada aspecto social, institucional y económico.

Las ciudades tienen que hacer frente a dos grandes retos en el ámbito de la movilidad: facilitar el desplazamiento y el acceso a los servicios públicos. La movilidad, tanto en lo que respecta a la infraestructura de carreteras y rutas, al parque automovilístico y al transporte público como al transporte aéreo, afectan a la calidad de vida de los habitantes de una urbe y pueden resultar vitales para la sostenibilidad de ésta a lo largo del tiempo.

Sin embargo, quizá el aspecto más importante sean las externalidades que se generan en el sistema productivo, ya sea por la necesidad de desplazamiento de la fuerza laboral o por la necesidad de salida de la producción. Por su parte, el número de estaciones de metro y la longitud de este sistema son indicadores del compromiso con el desarrollo de una ciudad y la inversión con respecto a la población.