Subir únicamente las tasas impositivas sería contraproducente, ya que podría agravar la pobreza y desacelerar el crecimiento. Se necesita un enfoque más inteligente para impulsar la recaudación de impuestos de forma sostenible.
A continuación, presentamos seis maneras de hacerlo:

  1. Generar confianza y proporcionar pruebas

Para que la tributación funcione, los ciudadanos deben confiar en sus Gobiernos. Necesitan pruebas de que sus recursos ganados con esfuerzo se usan de manera apropiada, y que a largo plazo se beneficiarán de los proyectos realizados con fondos de los contribuyentes.
Eso requiere transparencia con respecto al gasto público. Los Gobiernos pueden comenzar implementando y publicando una estrategia de ingresos a mediano plazo para que todos los ciudadanos se informen acerca de cómo se utilizan los impuestos que ellos pagan.

También se necesitan pruebas de que los contribuyentes están consiguiendo más por su dinero. En países donde existe una gran desconfianza, los Gobiernos pueden comprometer nuevos recursos para proyectos específicos que ofrezcan beneficios visibles para el ciudadano medio

  1. Mantener la simpleza

Los sistemas tributarios complejos promueven una cultura de evasión y pueden generar oportunidades para la corrupción. 

Mientras más complejos sea el sistema impositivo, más se fomenta la evasión, porque buscan más formas de acogerse a una u otra medida para tributar menos.

  1. Digitalizar

Cuanto más simple es un sistema tributario, tanto más fácil es permitir el pago electrónico de impuestos. 

Para que la digitalización funcione en todos los ámbitos, muchos países tendrán que superar obstáculos en materia de infraestructura básica de tecnologías de la información (TIC). Pero una vez que los elementos principales empiecen a funcionar, los países pueden avanzar combinando la digitalización de los impuestos con otros enfoques innovadores, como la identificación digital, las finanzas digitales, el seguimiento en línea de facturas y ventas o las declaraciones de impuestos que se llenan automáticamente y que los ciudadanos solo tienen que confirmar. 

  1. Encontrar nuevas fuentes de ingresos

Mantener algunos como los impuestos a la propiedad, al consumo exclusivo o selectivo tipificado e innovadores como impuesto a la generación de carbono son fuentes importantes de posibles ingresos en los países en desarrollo y de bajo ingreso como el nuestro, porque se aplica a sectores más ricos. También pueden desalentar comportamientos no deseados, como conducir automóviles en zonas ya congestionadas, fumar o consumir alimentos poco saludables.

Por ejemplo, apoyamos la iniciativa mundial liderada por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para replantear cómo se cobran impuestos a las grandes —y a menudo digitalizadas— empresas multinacionales, lo que podría tener un gran impacto en los países en desarrollo. Al contrario de lo que en República Dominicana se hace, como supuesto incentivo de atracción de capitales.

  1. Recaudación del sector informal

Gran parte de nuestra economía se basa en negocios informales. Se debe aplicar una política agresiva de regularizacion con incentivo inicial para la captación de impuestos de este sector. Esto podrá permitir incluso disminuir el % de itbis general sin afectar la recaudación acumulada.

  1. Mayor penalización a la evasión y elusión fiscal.

A veces, las flores y llamados gentiles no son suficientes.

Se requiere de mayor control y penalidad a quienes evaden o eluden impuestos. La única manera de que logremos una base impositiva justa, balanceada y equitativa, es evitando la evasión. A mayor penalidad, mayor es el temor de cometer el delito. Tipificarlo en el Código Penal como un delito federal de alto nivel.

Crear la plataforma, de doble y triple auditoria para evitar tráfico de influencias.